La cuestión social se manifiesta externamente como afectando de un modo principal a la clase obrera (los asalariados) en sus relaciones con los capitalistas y empresarios; pero en realidad se hace sentir en todas las clases sociales.
Se puede decir que dos ideologías han surgido como explicaciones y respuestas al surgimiento de la cuestión: El socialismo y el socialcristianismo.
La cuestión social, en el caso del socialcristianismo, como señala el Papa León XIII en la Encíclica Graves de communi que, "en opinión de algunos, la llamada cuestión social es solamente económica, siendo por el contrario ciertísimo, que es principalmente moral y religiosa y por esto ha de resolverse en conformidad con las leyes de la moral y de la religión".[1]
El historiador chileno Sergio Grez, citando a James O. Morris, describe la cuestión social como "la totalidad de... consecuencias sociales, laborales e ideológicas de la industrialización y urbanización nacientes: una nueva forma dependiente del sistema de salarios, la aparición de problemas cada vez más complejos pertinentes a vivienda obrera, atención médica y salubridad; la constitución de organizaciones destinadas a defender los intereses de la nueva "proletariado"; huelgas y demostraciones callejeras, tal vez choques armados entre los trabajadores y la policía o los militares, y cierta popularidad de las ideas extremistas, con una consiguiente influencia sobre los dirigentes de los amonestados trabajadores"
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